"Saber que se sabe lo que se sabe
y que no se sabe lo que no se sabe;
he aquí el verdadero saber." Confucio
Siempre que hay una fiesta o invito a alguien a casa, todos esperan a la vez que temen (por las calorías, claro) que cocine algo dulce para terminar la velada; y yo, por no frustrar las esperanzas de nadie, intento cumplir con lo que se espera de mí.
Así que, la semana pasada me puse manos a la obra con una comida familiar y, por supuesto, con un postre que, en principio, iban a ser unos flanes de chocolate con los polvos estos que encontramos de muchas marcas y en todos los supermercados, en este caso tenía de la marca Maizena: Potax, pero al ir a ver los ingredientes me encontré con una receta de .... leche frita!!!! y cambié de opinión, dicen por ahí que eso es de sabios, y no se si es verdad, pero por lo menos sirve para adaptarse a nuevas situaciones.
RECETA
Ingredientes:
2 sobres de flan
4 a 6 cucharadas de azúcar
1/2 litro de leche
Para freír:
Harina o maizena
Huevo batido
Aceite
Preparación:
Desleir en una taza el contenido de los dos sobres de flan con algo de leche. Poner el resto de la leche a calentar con el azúcar. Cuando hierva, añadir el contenido de la taza removiendo constantemente y continuar así hasta que espese.
Extender sobre una fuente plana (untada con aceite) y dejar enfriar. Cuando esté bien fría, cortarla a cuadrados. Rebozar con la harina y huevo batido y freírlos en aceite bien caliente.
En el momento de servir, rebozar con azúcar y canela.
Y el toque final: con un poco de helado queda de muerte.
Yo había hecho antes un par de veces leche frita, pero con una receta más complicada, así que esta me ha gustado mucho, ya que es más rápida la primera parte, claro, lo de la fritura no hay más remedio que sufrirlo, así que quizá agosto no es el mejor mes para hacer este postre.
