"Y recordé su voz bromeando en las tardes
diciéndome que harás si hay cambio de planes".
Los Secretos
A mis hermanos y a mí nos encantan Los Secretos, y al buscar una frase para esta entrada, se me ocurrió ésta, ya que el bautizo de mi sobrino ha estado plagado de cambios de planes.
En principio iba a ser el domingo día 4, pero el pobrecillo pilló una bronquiolitis y se tuvo que aplazar hasta esta semana. Ya teníamos hechos unos imanes con la cara de pillo de Quino, que se han quedado con fecha 4 de diciembre, ya le diremos por qué cuando crezca; y yo, por supuesto, tenía unas 70 galletas hechas para el evento, con forma de oso, de babero (en mi pueblo le llaman babosal, pero el Diccionario de la Real Academia dice que no existe esa palabra) y de pie. ¿Qué hacer con ellas? Pensé congelarlas hasta el bautizo, pero como en mi parroquia se montó un rastrillo, al final decidí decorarlas de otro modo para contribuir en el mismo.
A lo largo de la semana el pequeñajo se fue mejorando, así que al final los papás decidieron que el bautizo fuera este domingo, y yo con un trancazo impresionante pero con ganas de hacer algo especial para ese día, me puse manos a la obra otra vez, y el resultado, unos carritos de bebé, unos pies, unos angelitos (con los que me he reído mucho, porque la corona me parecía más bien unos cascos para escuchar música -angelical, por supuesto-) y otra vez los baberos.
Aquí las galletitas ya envueltas:
Y aquí preparadas para entregar junto con el imán:
Por cierto, no se si comerme la galleta o al chiquillo ;-) que, por otra parte, no es la primera vez que aparece en un blog... y sólo tiene 3 meses:
¡Qué monería, Lola! Seguro que gustaron un montón.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Marhya, sí gustaron, sobre todo a mi madre, que las guarda para la posteridad jeje
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias hermanica,estaban muy ricas y a todos les encantaron.
ResponderEliminarDe nada, y hasta la próxima... Las siguientes ya casi las puede probar él, con lo grande que está...
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