“El tiempo es el mejor autor: Siempre encuentra un final perfecto”.
Charles Chaplin.
Tengo un dilema, y es que la palabra frosting es la que se utiliza en inglés para hablar de las cremas que se utilizan por las Américas para cubrir tartas y cupcakes, (por lo que yo he podido deducir de mis incursiones por la red) y como muchas cosas las consulto en páginas americanas, la he incorporado al vocabulario, pero, la verdad es que me molesta no saber traducirlo; así que, si alguien sabe una palabra en nuestro idioma que se pueda utilizar, que hable ahora o calle para siempre, porque si nadie manifiesta lo contrario voy a empezar a hablar de crema dulce de queso, en el caso de que el ingrediente principal sea el queso, o crema de mantequilla, si la protagonista es ella…
¿Y a qué viene este rollo?- diréis vosotros… ¡Es que he encontrado la crema dulce de queso perfecta para decorar cupcakes…. errrrr… magdalenas!
Ya habíamos visto en episodios anteriores mi problema con esta crema, que se caía la pobre. En la Tarta Bob Esponja ya intuí que, aparte de una batidora en condiciones, necesitaba mantequilla, pero tampoco conseguí la consistencia deseada, de modo que he seguido buscando por ahí, tatatataaaa tatataaaaa (música de “En busca del Arca Perdida, please”) y he encontrado una receta de Martha Stewart, que he probado y me ha encantado. Aquí la copio por si a alguien le interesa:
Crema dulce de queso para decorar magdalenas.
• 4 cucharadas de mantequilla sin sal a temperatura ambiente (58 gr).
• 4 onzas de queso crema (tipo philadelphia) a temperatura ambiente (113 gr).
• 2 tazas de azúcar glass. (unos 300 gr).
• 1 / 2 cucharadita de extracto de vainilla. (Yo no tenía extracto de vainilla, así que he puesto una cucharadita de azúcar vainillado).
En un tazón mediano, con una batidora eléctrica, batir la mantequilla y el queso crema hasta que esté suave. Agregar el azúcar glass y la vainilla y seguir batiendo hasta que esté suave y esponjosa.
Estas medidas tan raras que hay en la receta son debidas a que traduzco las unidades de medida americana a nuestros gramos, pero si en vez de 58 gr. de mantequilla ponemos 60, no creo que haya inconveniente. Para convertirlas, como no tengo todavía las tazas y cucharas americanas, utilizo el conversor de la página de Kraft, cuyo enlace tenéis aquí mismo… conversor de Kraft
Por cierto, y según Martha Stewart, la receta da para decorar 12 magdalenas, pero claro, depende del tamaño de las mismas, a mí me ha sobrado...
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