A propósito de la sombra que dice Tagore, vosotros también podéis verla, porque soy malísima haciendo fotos y encima de las galletas, está mi sombra....
Ponemos las pasas a remojar en el coñac para que se hidraten un ratito; mientras, mezclamos la mantequilla con el azúcar y cuando tengamos una pasta blanca añadimos los huevos batidos uno a uno, las pasas y la harina (en la receta original pone que se añade el coñac también, pero a mí me parecía demasiado líquido, así que no lo hice), trabajamos la masa hasta que quede homogénea y vamos haciendo bolitas, que colocamos en la bandeja del horno previamente engrasada o con papel para hornear, que es maravilloso. Dejamos un poco de distancia entre cada galleta ya que se expanden un poquito, y aquí el resultado:
Y si son para regalo (como era mi caso), pues con una bolsita de celofán y un lazo quedas como una reina:
"Los poetas son hombres que han
conservado sus ojos de niño".
León Daudet.
Esta semana ha sido el cumpleaños de Claudia, la hija de unos amigos, tres añitos ya la llevan disfrutando sus papás y el resto de la familia:
Y lo primero, una curiosidad que comparto con vosotros:
¿Por qué Hello Kitty no tiene boca?
Y la respuesta que dio en la revista Time su diseñadora Yuko Yamaguchi:
"Es para que la gente que la mire pueda proyectar sus propios sentimientos en ella, ya que tiene una cara inexpresiva. Kitty parece feliz cuando la gente es feliz. Parece triste cuando ellos están tristes. Por esta razón psicológica nosotros pensamos que ella no debía estar ligada a una emoción y de ahí que no tenga boca."
En fin, yo espero que todos los que paséis por aquí estéis felices estos días, y así podáis identificaros con una Kitty risueña que es la que, en este caso, preside la tarta, de fondant esta vez.
Y en el interior, bizcocho de yogurt de chocolate, almíbar de café y dos capas de relleno, una de ganaché de chocolate y otra de mermelada de fresa, que también utilicé para pegar la cobertura.
La muñequita es de fondant, igual que las flores, y aunque no endurece tanto como el pastifondant que he utilizado otras veces, al ser una figura pequeña, no tuve problemas.
Y es que esto es como todo, con un poco de práctica, lo que me parecía un mundo hace ocho meses, hoy ya me parece hasta fácil, y además, adictivo, en cuanto empiezas no puedes parar, y quieres que todo el mundo cumpla años y te encargue su tarta jeje.
Aunque esta receta nunca la he hecho, como se que mi tata no va a publicar nada de lo que cocina, y merecería un blog para ella sola, he decidido hacerlo yo, cierto que cuando lo he comentado me ha dicho: "a mí no me cuelgues", pero como ella no sale, aquí pongo su flan de café, que merecería un sitio mejor, pero al que da lo que tiene no se le puede pedir más.
INGREDIENTES
1/2 litro de café.
1 sobre de flan Royal (8 raciones).
1/2 litro de nata para cocinar marca Pascual. (oye, que dice que con otra marca no sale igual).
3 cucharadas de azúcar.
Ponemos en un cazo el sobre de flan, y lo disolvemos en 1/2 litro de nata con cuidado de que no se formen grumos. Calentamos a fuego lento hasta que empiece a hervir, en este momento añadimos el 1/2 litro de café con el azúcar, calentando de nuevo hasta que vuelva a hervir.
Lo pasamos al molde de flan en el que habremos puesto caramelo líquido y lo dejamos tranquilito sin moverlo, supongo que para que se separe en estas dos capas tan chulas:
"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar,
pero el mar sería menos si le faltara una gota."
Madre Teresa
Fue ponerme a pensar en escribir esta entrada, y como consecuencia de no ser temporada de naranjas, me venían a la memoria los recuerdos de Bugs Bunny y el Pato Lucas con su batalla dialéctica sobre si era temporada de patos o de conejos (estoy hecha una abuela Cebolleta):
Y el por qué de hacer una tarta de naranjas en esta época en la que abundan otras muchas frutas se debe a que el domingo por la tarde estaba en casa y necesitaba hacer un bizcocho para una tarta que quería regalar. Como voy tan liada últimamente, y aunque la tarta era para el martes, el lunes no iba a tener tiempo de hacerlo todo, así que decidí hacerla en ese momento. Me pongo manos a la obra, y ¡no tenía suficiente harina! ¿os lo podéis creer? sin harina en casa... si es que voy como loca. En fin, me puse a rebuscar y como tenía maizena, recordé que en el libro de recetas había una, llamada Bizcocho Ligero (qué mejor que eso en estos tiempos de esa depresión prevacacional que nos da al pensar en el biquini), para el cual tenía todos los ingredientes:
BIZCOCHO LIGERO
Ingredientes:
75 gr. de harina de maiz Maizena.
125 gr. de azúcar.
65 gr. de harina de trigo.
4 huevos.
1/2 sobre de levadura.
1 pizca de sal.
Batir las claras a punto de nieve.
Poner en un recipiente las yemas de huevo con el azúcar y la sal, batiendo hasta que quede bien espumoso (3 minutos con batidora eléctrica o 7 a mano).
Añadir la Maizena, la harina de trigo y la levadura previamente mezcladas y tamizadas. Mezclar delicadamente, sin batir, para que no se bajen las claras.
Verter la masa en un molde de unos 24 cm. de diámetro, untado con mantequilla y enharinado, y hornear a fuego medio durante 30 minutos. (En mi horno, fue a unos 160 º).
Sacar del horno y desmoldar cuando esté tibio, dejándolo enfriar sobre una rejilla, para que no pierda esponjosidad.
Si no tenéis un molde de 24 cm. os recomiendo leer esta entrada del blog My Blue Kitchen (sin miedo, es en español).
Una vez hecho el bizcocho en el que, supongo que os habréis fijado, no hay ni un gramo de grasa, era tan ligero que no sabía cómo decorarlo, así que tiré de librito otra vez, y había una receta de tarta de naranjas, para la que se utilizaba el mismo, así que, ni corta ni perezosa, el lunes al volver del trabajo, compré unas naranjas -qué tiempos éstos, en los que se puede encontrar cualquier cosa en cualquier época del año-, y lo decoré de esta forma:
TARTA A LA NARANJA
Ingredientes:
1 bizcocho ligero.
3 naranjas.
1/4 kg de mermelada de albaricoque.
200 gr. de azúcar glass.
Confeccionamos el bizcocho según la receta anterior, pero añadiéndole la piel rallada de una naranja.
Una vez frío el bizcocho lo partimos por la mitad y rociamos cada parte con el zumo de una naranja. Lo rellenamos con una capa de mermelada y lo recomponemos.
En un cazo, mezclamos el azúcar glass con 2 cucharadas de agua y el zumo de 1/2 naranja, y cocemos a fuego lento unos 5 minutos, removiendo sin dejar que hierva. Cubrimos el bizcocho con este jarabe, lo decoramos con unas rodajas de naranja, volvemos a echar jarabe, y lo dejamos en el frigorífico hasta la hora de disfrutar de él.
