De nuevo una época de cumpleaños, en mi familia casi siempre hay varios cumpleaños seguidos, el mes de octubre se lleva la palma, pero hay otros meses en los que también coinciden varios, con un día o dos de diferencia; hablo de familia extendida, tíos, primos, etc., pero normalmente nos felicitamos y celebramos algo los que podemos juntarnos, sobre todo desde que Genoom nos avisa con suficiente antelación de quién, cuándo, y lo más terrible ¡cuántos! años cumple cada uno.
En el mes de enero cumplen años mis tíos Juan y Tomasina, y mi prima Ana. A todos ellos ¡FELICIDADES! … Un poco de retraso llevo, ¿no? Bueno, es que en el plano virtual voy un poco retrasada, pero fueron felicitados convenientemente en su día.
Saco esto a colación para enseñaros un par de ramos de galletas, más profesionales que el primero, que hice para mi tía y para mi prima.
Una novedad en estas galletas. He usado glasé real para la decoración. Me decidí a utilizarlo porque leí por enésima vez los tutoriales de Bea para la decoración de galletas, y está todo tan bien explicado y le quedan tan bonitas, que directamente compré unas claras pasteurizadas, para no pillarme las manos con los temas de posibles bacterias dañinas tipo salmonella, (aunque ahora con el frío no creo que haya demasiados problemas) y me puse manos a la batidora. He de confesar que me ha convencido: ¡Me encanta el glasé real!
Una novedad en estas galletas. He usado glasé real para la decoración. Me decidí a utilizarlo porque leí por enésima vez los tutoriales de Bea para la decoración de galletas, y está todo tan bien explicado y le quedan tan bonitas, que directamente compré unas claras pasteurizadas, para no pillarme las manos con los temas de posibles bacterias dañinas tipo salmonella, (aunque ahora con el frío no creo que haya demasiados problemas) y me puse manos a la batidora. He de confesar que me ha convencido: ¡Me encanta el glasé real!
Como no tenía cremor tártaro, he hecho el glasé real con medio limón, una clara y unos 200 gr. de azúcar glass para las líneas y después he ido añadiendo agua a cucharaditas para conseguir la consistencia un poco más líquida para rellenar, siguiendo los consejos de las maestras. Los colorantes, pues sigo con los colorantes en gel que compré de la marca Wilton.
Ciertamente esta técnica es más profesional que la que estaba utilizando hasta ahora, y aunque a mí me queda todavía mucho por aprender, los resultados son más bonitos, ¡quedan tan uniformes las que he conseguido rellenar bien! Y las que no he conseguido decorar bien, pues me han servido para los desayunos de la semana, y estaban muy ricas.
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