jueves, 3 de marzo de 2011

Tarta primaveral.


"La juventud es el paraíso de la vida,
la alegría es la juventud eterna del espíritu".
Ippolito Nievo.

Dado que en Murcia hemos tenido unos días en los que había que rebuscar en el armario para encontrar algo ligero que ponerse encima y olvidarnos de abrigos y chaquetones, al pensar en hacer una tarta lo único que se me ocurría eran motivos primaverales. Si la tarta hubiera sido para un señor de pelo en pecho, quizá no me hubiera atrevido, pero dado que se festejaba el veintiún cumpleaños de mi prima y ahijada Dulce María (otra, son tres, así que ya he colgado sus tres tartas de este año), no me corté en hacer florecitas de colores.



La tarta es una tradicional galletas y chocolate con una capa de mermelada de albaricoque hacia la mitad. No es que no me gusten las tartas con su bizcocho y su relleno, que están buenísimas, pero casi la que más me gusta es la de galletas, no solo a mí, sino a todos los que íbamos a celebrar el cumpleaños, así que ya llevaba un tiempo pensando en combinar este tipo de tarta con las tartas decoradas con adornos en fondant que quedan preciosas.

Por otra parte, el fondant, aunque queda espectacular y es comestible, al final acaba aparcado porque es tan escandalósamente dulce, que ni los más golosos (entre los que me incluyo) pueden comérselo; sin embargo, y a pesar de que la crema de queso (frosting) también es muy dulce, ya tiene más adeptos en mi familia, así que he hecho una mezcla de todas estas cosas para que tanto la vista como el gusto de todos pudieran disfrutar de la tarta:


Los adornos de flores y hojas están hechos en pastifondant, un entretenimiento como otro cualquiera para una tarde de viernes; para las flores utilicé un par de moldes de  galletas y para darles un poco de volumen las puse a secar en unos vasos de los de chupito, ya que no dispongo de esos instrumentos tan sofisticados que se ven por ahí para modelar las pastas de azúcar, y para las hojas, aunque no tengo moldes las fui cortando yo misma con un cortador de pizza ... todo muy sencillo, se secaron al aire, y listas para formar parte de un bouquet muy primaveral y dulce, como la cumpleañera.


¿ustedes gustan?



8 comentarios:

  1. Una tarta preciosa, Lola.
    La verdad es que ya apetece primavera, que ganas.

    Besos

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  2. Uy, sí que me apetecía mucho algo primaveral, aunque falten unos días para que empiece de verdad. Un beso.

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  3. Una tarta muy bonita, Lola. ¿Tachas los días del calendario hasta llegar a la primavera? Mi madre me recuerda a diario que ya quedan menos (ella los tacha mentalmente, jeje).
    Un beso.

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  4. was!! que rica, y que razon llevas con lo del fondant aparcado a un ladito del plato!

    con el frosting de queso que a mi me encanta te ha quedado ideal!!

    un besazo!!

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  5. Qué bonita y rica tuvo que estar, pero también me ha dejado impresionada la edad de Dulce. Y vaya suerte hablar de primavera, anoche cayeron unos copitos de nieve por Zamora y hoy también esperamos otros poquitos más.
    Besitos.- Consi.

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  6. Marhya,me uno a tu madre en su cuenta atrás, je je, la verdad es que me encanta la primavera, y más que por la temperatura (tampoco pasamos mucho frío por aquí, la verdad) porque crecen los días y tenemos muchas horas de luz.

    Uy, Rocío, a mí me han educado para comerme todo lo que hay en el plato, y me da una pena todo ese fondant en la basura, así que ando buscando alternativas...

    Ey, Consi, como a tí y a mí nos gustan las citas, te "canto" una de Pablo Milanés "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos..." Pues sí, 21 añitos.... aunque yo era muy joven cuando fui su madrina, eh??? Y un secreto, por aquí también hace frío hoy, pero el fin de semana pasado fue casi veraniego.

    Un beso y buen fin de semana para todas!!

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  7. Qué monas las flores y la mariposa!!! Jo, a ver si deja de hacer frío, que con lo bueno que hizo hace dos semanas yo ya cambié el chip y volver al duro invierno es duro y más después de ver esta tarta!

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  8. Hola, Ana, yo tampoco tengo cuerpo de lluvia, pero seguro que mejora y nos podemos ir de terracitas otra vez el domingo.

    Un beso.

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¡Que tengas un dulce día!